martes, 31 de agosto de 2010
Ramón Gómez Sánchez / Poemas
LA PRIMAVERA
Ya viene la hermosa primavera
que entona el concierto de las flores,
y de pétalos de encantos primorosos
los jardínes reviste de colores.
Bellos cantos ya llenan la pradera
de las aves que surcan el espacio;
cuando la aurora anuncia el nuevo día
el sol ya se impacienta con sus rayos.
Refulgentes, grandiosos son los días,
con pocas nubes sobre el patrio suelo.
Es el paisaje claro, el horizonte
infinito se extiende contra el cielo.
Y el verano y sus visos ardorosos
incitan con su luz los animales
que airosos saltan de sus madrigueras
corriendo libres por los matorrales.
Las flores vierten su fugaz perfume
por el ámbito todo de la tierra,
poblando el aire de armonías sublimes
como en el firmamento las estrellas.
La primavera, aliento de los campos
que acaricia las fuentes virginales,
vivifica los limos de la tierra
y hace olvidar los más oscuros males.
Ella no ha descendido todavía
y el campo alegra sin fin con sus anhelos,
somos sólo sus lindas mariposas
agitando las alas en el tiempo.
Celebremos felices su llegada
pues su luz inmortal rejuvenece.
El ruiseñor ya canta en la hondonada
y el bello tul del cielo se embellece.
***
TUS OJOS, TUS LABIOS
El brillo de tus ojos
tentadores
fulge en mi corazón
cual la mañana,
y tus párpados,
pétalos de flores,
saben guardar su luz
tras tus pestañas.
De tus labios
que causan embeleso
fluye suave la miel
de tus encantos...
Pobre de mí
que nunca con un beso
he gustado el sabor
de esos tus labios.
***
EL SER
En el mar
nace el coral,
y en la roca
está el diamante;
y la mente se ilumina
con la fuerza del carácter.
Este mundo es muy hermoso
y en todo nos satisfizo,
pero el cielo
es más dichoso
viviendo en él
quien nos hizo.
***
Ramón de Jesús Gómez Sánchez - Armenia, Antioquia, 1923. Poeta de la vida, de origen campesino. Comenzó a escribir sus primeros versos ya en la madurez. Se desempeñó como comerciante en distintos ramos a lo largo de su juventud. Hoy apacienta sus silencios y sus palabras en Envigado y a la sombra de la Tertulia.
martes, 24 de agosto de 2010
Cecilia Taborda Echavarría / Poemas
LEJANÍA
No sé imaginarte en el telón. Suena a metales, a hileras de cansancio y huele a agua. Y ya no duerme tu colchón, desnudo y arañado. Es esa casa de piedra la que lastima tus cadenas y las mías. Ahora, en mi ceguera, te aguardo. Desde aquí te doy mi garganta que parece engrillarse mientras el pensamiento quiebra la prisión.
***
EDÉN
En cada pared de la piel
Habita el sol
Y es la brisa
Mensajera
La que pronuncia
Nuestro nombre.
***
ESPINAS PÚRPURAS
En efímera taza de agua simple
Soy pasado.
Vengo de las huellas etenizadas
Soy presente.
Exhalado humo incontenible
Soy bestia.
Gotera de Dios elemental
Soy futuro.
***
DESPUÉS DEL PUENTE
¿Dónde es lejos?
Desde aquí hasta donde él no está.
Ese lugar al sur del recuerdo
Donde muere la cicatriz del pan.
Ese tiempo donde no se puede entrar ni salir.
Donde se guarda la distancia de las noches.
El camino que se acaba sin avisar.
Donde los recuerdos son robados,
La imaginación de los que nunca estuvieron ahí.
Es ese momento en que no se puede retroceder.
Es ese límite donde queda casi nada.
Es de donde no se sabe volver.
***
Cecilia Taborda Echavarría- Nacida en Santa Rosa de Osos en 1956. Poeta. Sus textos han sido publicados en revistas como Mascaluna, Rampa y otras. Cofundadora de Escafandra, programa radial y grupo literario de Envigado.
sábado, 21 de agosto de 2010
Norma Henriquez Posada / 8 Poemas y una prosa
RETIRADA
Luego de aquella tarde
En que miré tus ojos
Distantes como el cielo
Y fríos como el hielo,
Tomé el timón de mi alma
Cambié las coordenadas,
Y redirigí su rumbo,
En franca retirada.
El corazón dolía
Pues la herida sangraba
Mas la razón decía
Que no quedaba nada…
Y no conté los grados
Que mi vida giraba,
Tan sólo me alejaba
¡De tu puerta cerrada!
HASTA AYER
Hasta ayer madre mía
Un gran temor sentía
De hallarme frente a frente
Con mi alma y mi agonía
Después de tu partida
Tan sólo eso persigo:
Estar conmigo, a solas,
Porque sueño viejita
Que las alas de tu alma
Se extienden amorosas
Para abrigar mi herida,
Para calmar mi frío…
Y un día, no lejano,
Tiendes a mí tus manos
Y recibes el alma,
De tu hija –en agonía-
MI ERROR…
Perdóneme, Señor…
Por mirarlo insistente,
Es que…tiene los ojos
Del hombre que
en mis sueños,
Robó mi corazón…
También copió su risa,
Su acento…su donaire
Y el timbre de su voz
Imaginé…
que eran sus manos
Las mismas que cubrieron
con afecto y ternura
-De mi cuerpo cansado-,
Cada espacio y rincón…
Sus brazos me recuerdan
Aquellos que -cual niña-
Me elevaron del piso
Al morir de dolor
Y abrigada en su pecho
Regresaba el calor,
la tibieza y pasión…
Y se marchaba el frío
que helaba el corazón
y sobre sus rodillas,
mi huella, -fiel quedó-…
Perdóneme, Señor…
En mi angustia, deliro
En mi añoranza, evoco…
Lo que creí era AMOR…
Perdóneme, Señor…
Ha sido un grave error,
Es que...no tiene aquello
Que mi sueño soñó…
Pues no encuentro
su humor, su pasión,
su ternura,
el brillo de sus ojos,
ni del alma – el candor-
Y lo más angustioso:
¡No encuentro el corazón!…
QUEDAMENTE…
Detente corazón:
no estés ansiando…
Serena -finalmente-
tus latidos,
porque apenas
percibo los gemidos
de tus ansias,
dormidas…esperando
Detente corazón,
entierra sueños,
libera los deseos encerrados,
comprende que el amor
¡Se te ha negado!
Palpita corazón,
tan quedamente
que tan sólo yo sepa
que aún suspiras
y parte silenciosa,
lentamente…
renunciando a la dicha
tan esquiva
Palpita corazón…
muy quedamente…
BUSCANDO TU TERNURA…
Crucé por tu colegio
Hermoso niño mío
Buscando de tu infancia
Un rastro de ternura
Que borre la amargura
De tanta indiferencia
De tanta lejanía…
No queda hermoso niño
El brillo de tus ojos,
De tu alma la inocencia
Ni la extraña tibieza
De tu dulce sonrisa
No queda nada, nada,
Que me amarre a la vida
No quedan ni palabras,
Tibiezas contenidas,
Tan sólo las ofensas
Que sepultan mis días…
Ay, amor de mi alma
Qué hondas las heridas
Con las que me recibes
Ahondando mi agonía
Ay, amor de mi alma,
Ay, muerte de mi vida…
PREGUNTANDO AL CAMINO…
Salirme despacito
De mi lecho nupcial,
De la alcoba que un día
Acunara en silencio
Mi risa, mi ternura,
Mi pasión, mi pesar…
Salir dudando acaso
De mi soñado hogar…
Salirme de tu vida
Para no regresar…
Salir de mí, temblando,
Y dudar y dudar…
Salir de ti, pensando
Cuánto te llegué a amar
Salirme de la vida
Salir de mi llorar…
Preguntando al camino
Si me ha visto pasar…
Si alguien de mí se acuerda,
Si me suelen nombrar,
Si el implacable olvido
Mi sombra, borrará…
INEXPLICABLEMENTE
El dolor que me ahoga,
Impide que camine
E inexplicablemente
vigoriza mis alas
echándome a volar…
Y en vez de doblegarme,
Me fortalece aún más,
Erguido está mi talle
De tanto soportar,
Impávidos mis ojos
De llorar y llorar,
El corazón cansado
De amar, tan sólo amar
La vida -se ha marchado-
¡No la puedo encontrar!…
EL DULCE OLVIDO…
Bien sé querido amigo
Que no hay cadenas dulces,
Aunque dulces parezcan,
Te regalo mis alas
Para que atrapes sueños
Y enredes una estrella
Que te lleve a volar…
Ve y corta aquellas flores
Que entretienen tu andar,
Mientras un fiel capullo
Disfrazado de alma
Se aduerme en su penar…
Ve…
Y bebe amigo mío,
De todas esas fuentes
Que puedas encontrar
Mientras se va secando
Mi fuente de cristal…
Ve…y ve mi amigo,
No mires nunca atrás,
Olvida aquel sendero
Que a mi vera, te trajo
Y de mí… -te alejará-…
Ve, y ve querido…
No vuelvas nunca atrás,
Olvida hasta el olvido,
¡Ya no me importa más!…
LA TONADA DEL RÍO…
La mujer solitaria bordeaba siempre el río: la mirada distante y apenas…si lo oía. Pero un día distinto…de su alma abrió las puertas y aguzando el oído, escuchó la tonada que brotaba del río. A veces, era fuerte… parecían rugidos de alguna fiera herida que contaba en su grito, la rabia contenida. Más tarde…se hacía débil, apenas un suspiro del corazón vencido, consciente en su agonía de que se iba la vida…
Y aquel día distinto, la mujer se detuvo, bajó cerquita al río y se sentó a la orilla y luego de mirarlo cerró sus ojos tristes…lo contempló de veras, con los ojos del alma y en silencio, con los labios cerrados, le preguntó a aquel río cuál era su secreto, el porqué de su lamento y qué lo motivaba a aquella sinfonía con notas tan distantes, notas que se movían extrañas e imprecisas, entre el amor y el odio, la muerte y el olvido, la dicha y la agonía. El río silencioso, sin emitir sonido, le desnudó su alma a la desconocida: Le contó que hacía tiempo llevaba una profunda herida, que aquél dique trazado por los seres humanos, lo había contenido cortándole las alas, los sueños, los latidos y de allí, su rugido, su furia y su agonía.
Ella, sin conocerlo…se sintió conmovida, porque también tenía la vida contenida, represada, amarrada a tanta fruslería…Ella…igual que aquel río, tampoco había vivido y la vida se iba…se iba y no quería intentar retenerla, ya no tenía sentido. El río, era distinto: tenía fuerza, motivos…su rabia contenida: la rabia, era un motivo. Ella no lo tenía, ni siquiera sentía rabia, apenas sentía frío: el frío del olvido, el de la indiferencia, y por causa del olvido, su corazón dolido, renunciaba aquel día, a otro nuevo latido.
***
Norma Henriquez Posada. Poetisa y sicóloga, nacida en Caldas (Antioquia). Tiene publicado el libro Sentimientos, editado en 2006. Vive y sigue soñando versos en Envigado.
jueves, 19 de agosto de 2010
Martha S. Velásquez / 2 poemas y una prosa
INMUTABLE
No me explico corazón
cuál es tu juego,
si te di privilegios sin medida
te inventé un santuario en lo secreto
y me jugué contigo la existencia
para darle potestad a tus caprichos.
Sin opción para amar, hoy me encuentro
esclava de tu absurdo arbitraje,
subsistiendo en el murmullo de un latido;
tu infame proceder y mi desencanto.
Dime, entonces, corazón
cuál es tu sabiduría,
si escucho tu palpitar equilibrado
oponiéndose a todo sentimiento,
que transforma lo real en utopía
y el amor en liviandad e indiferencia.
De sublime entidad imponderable
pasas a ser tan sólo un engranaje
--mecanismo de vida hecho carne--
que no puedo arrancarlo de mi pecho,
porque muero por seguir amando.
*
ESPÍRITU DEL TIEMPO
En la mansedumbre del agua
--mas no en la corriente--
se ahonda, perenne, el espíritu del tiempo
que circula por mí
entre sonámbulos sueños,
hechos de viento, cielo y horizontes.
Se hacen indescifrables
--equivocadamente tangibles--
los indicios de lo que ya no existe.
Huellas asidas a frágiles riberas
del vacío más profundo,
cual paisaje del ayer
que reposa en la clarividencia
de la perpetua memoria.
La mirada perdida en el entorno
de mi sentir mudable,
deja escapar mi presencia etérea
con destino a la eternidad.
Y hoy cuando me acecha
un viejo cansancio fragmentado
--que se abraza a lo finito de la vida--
se define mi única certeza en este instante:
seré inmortal mientras viva.
*
CUANDO TE HAYAS IDO
Cuando te hayas ido, se repetirá la noche en mi soledad. Ya no sabré dónde buscarte, como antes y será más intensa la noche en mis ojos tristes. Tus pasos tomarán un rumbo inusitado y agobiará mis ansias, al buscarte entre la gente, en las calles, en el aire, en cualquier espacio, hasta encontrar una huella viva de tu ausencia.
Cuando te hayas ido, como la bruma en los días de verano, serás de nuevo una presencia ignota bajo el sol de alguna tarde, que no será mi propia tarde. Lo único que impedirá mis lágrimas, al sentir tu recuerdo arañando mi piel, será tu nombre pronunciado hasta el cansancio en el silencio de mis intactos sueños.
Nada, entonces, menguará el olvido que habrá de llegar, ni el llanto triste, como lluvia pasajera, que alivia mi esperanza contra el hastío, en ese rincón de las absurdas horas. Pero si decides algún día regresar, hazlo sin el cúmulo de penas, ya las habré sufrido por ti. Regresa sin ausencias que yo te esperaré en las estancias, habitadas aún, por nuestro ayer.
***
Martha Senovia Velásquez- Poeta, pintora, graduada como maestra y artista plástica. Actualmente se desempeña como profesora de educación artística en el municipio de Sabaneta. Participó en diversos talleres de poesía de la ciudad con poetas como Juan Manuel Roca, William Ospina, Juan Calzadilla de Venezuela y Clemente Padín de Uruguay (poesía Experimental). Publicó Heridas y otros poemas en 1996, y Selección poética de Sabaneta en 2004. Ganó el primer puesto de poesía inédita 2005 en dicha ciudad así como el primer concurso de cuento Gay en Medellín, 2004. Ha obtenido de igual manera varias distinciones en foros de internet por sus poemas.
martes, 17 de agosto de 2010
Andrés Uribe Botero / Minicuento
EL ESPEJO SURREALISTA
“La mente crea el lugar en que se halla”
Aldoux Huxley
Después de observar mi traje nuevo en el espejo, de palpar sus suaves texturas con mis manos, de sentir el olor de aquellos linos, decidí alejarme del reflejo. Sin embargo y aun no entiendo cómo mi reflejo no tomó sentido inverso, como debe suceder según las leyes físicas. Entonces me detuve a observar aquel fenómeno, en el cual el reflejo caminaba hacia mi cuerpo… No supe que hacer, en segundos pasaría del mundo del espejo hacia este mundo…
De espaldas observé lo sucedido; el espejo se quebró en infinitos pedazos, fragmentos diminutos que recordaban mis anteriores vidas…
“Yo” me miraba a los ojos fijamente…me observaba como si me conociera íntimamente… Ante esta situación desconcertante lo miré fijamente y me di cuenta que el marco del espejo se hallaba a mis espaldas…
Confundido me dirigí al armario, del cual saque un revólver cargado, con el que le apunté a mi doble, a quien sin pensarlo disparé en la frente… Cuando la bala iba a mitad de camino, observé que él había hecho exactamente lo mismo…
Epitafio del suicida:
“Yo” no está muerto
En el interior del espejo habita.
Mi reflejo fuiste y siempre serás
Aunque pienses lo contrario...
Alicia come remolachas en tu armario.
No te descuides… nunca exististe…
La vida apenas comienza, en el peor de los casos…
***
Andrés Uribe Botero - Nacido en Medellín en 1982. Poeta, cuentista y caminante. Ha publicado: Renaciendo en la necrópolis (poesía) 1999; Los tubos cristalinos de la noche (poesía) 2000; El caso Tangai (cuento) 2001; Abraxas (poesía) 2002. Este texto pertenece a su libro inédito El espejo es otro.
Ha incursionado también en el performance.
domingo, 15 de agosto de 2010
Claudia Patricia Arbeláez / Poemas
EL VIEJO Y EL NUEVO HOMBRE
No hay becerros de oro en esta ofrenda,
sólo un ramillete de flores
en las manos de un hombre
que pregunta por su canto.
Volverá siempre...
en toda época
y ruego porque así sea,
buscará sus raíces
y tejerá con ellas unas alas.
Volará sin reconocer fronteras
probará el fulgor del viento
en cada espacio.
Una valija de sueños
Será su norte,
El sol; la señal,
La luna; marcará sus horas.
Lo llamarán libre, no por su vuelo
sino por la soltura y el empeño de su alma.
*
RENOVACIÓN
Sobre la hamaca llena de hojas
el lince tras la red intensa del otoño
se tiende.
Renueva sus pasos
mirando al infinito,
se mece
socorrido por el viento.
Espera que una voz arcana
lo acerque a una estación más joven.
Mientras tanto
revuelve una copa
que alicora sangre y delirios
haciéndolos más intensos y demoledores.
No pierde la esperanza,
sueña que tiene sus bolsillos
llenos de flores.
*
CELESTE
Ella es Celeste
encarnación de los vientos
mujer del mar y las cimas
ojos enardecidos,
palidez fecunda.
Ella es Celeste
Faro, cristal de roca, luciérnaga
caracol y ancla.
Manantial, flor de ópalo
damajuana portadora de sueños.
Ella
Celeste, clara, cielo, trébol
sirena, advenimiento
madriguera
árbol de extensas ramas
esponja que absorbe los miedos.
Amada Almada Celeste
infatigable en las dádivas
persistente en sus vuelos
bienaventurada.
*
HERENCIA
De mis antepasados heredé el color de la piel
las bondades de la tierra
la profundidad de mi sangre
las historias enhebradas en las selvas
el empeño de las aves y el llamado de la libertad.
De mis antepasados heredé la inmensidad del cielo
el crujir de los tambores, el silbido del viento
los misterios del mar
el canto para disipar el dolor
y la danza para ahogar el miedo.
De mis antepasados heredé el murmullo de las ramas
la oración del peregrino
el aleteo de las mariposas que se posan en mis manos
el aullido del lobo, el sabor del río
la voz de las plantas y su abrazo sanador.
De mis antepasados heredé las profecías, los augurios
el ritual y la palabra,
la grandeza del arco iris
las brasas donde se funden los encuentros
y el encanto de las noches bordeadas por la luna.
Llevaré esta mi herencia hasta que la muerte me haga suya
en los ojos, en la piel y en los recuerdos.
***
Claudia Patricia Arbeláez Henao - Nacida en el Valle de San Nicolás. Rionegro Antioquia. (Colombia). Docente en ejercicio. Amante de la pedagogía y la palabra. Confía en la poesía como una posibilidad y una oportunidad maravillosa de ver el mundo. Publicó el libro de poesía Manual para ver llover y tiene inéditos Solsticio y Dejaciones a los cuales pertenecen los poemas presentes.
sábado, 14 de agosto de 2010
Claudia Patricia Acosta / poemas
PINTURA
Si amarte fuera arte
y el arte libertad
quisiera en esta tarde
un paisaje pintar
y en medio del color
los dos sentados
sobre el verde campo
la vida observar
ver como caen las hojas
cómo el viento las hace bailar
cómo el tiempo se roba las horas
cómo la tarde vencida se va.
¡Qué paisaje tan hermoso!
al verlo la gente dirá
pero qué triste
pensará la pintora
es sólo un cuadro,
no puede ser real.
***
FUGA DE UN SUEÑO
Se ha ido un sueño,
se ha ido dejándome sólo su eco
que retumba en mi pensamiento,
perturbando mis noches de silencio.
Se ha ido con el viento,
con alguna estrella lejana;
allá donde no puedo alcanzarla.
Viene de vez en cuando
como un recuerdo sutil
a robarme la calma;
viene, se va y vuelve,
como la pregunta constante
para la cual no tengo respuesta.
Se ha ido un sueño,
dejándome en soledad,
se ha ido
fui yo quien lo dejé escapar.
***
A UN AMIGO
Silenciosos mis ojos te miraban,
al contemplar tu sonrisa cálida y diáfana,
atentos mis oídos te escuchaban,
en tus cantos, en tus palabras;
buscaba algo en ti,
quizás vida, quizás calma.
Cuando más sola me hallaba
y sólo el velo azul de la tristeza me acompañaba,
llegaste como en un alado sueño,
para recobrar en mí la dicha y el anhelo,
para olvidar al recuerdo,
un mal consejero,
un ladrón de mis sueños.
A veces llueve,
llueve en mí alma
que aún no sana,
pero estas ahí siempre
como un amigo, como un ángel;
por eso llamo al tiempo,
para revivir los momentos
de nuestras noches de silencio,
de luna y estrellas en el firmamento,
de cantos, de versos.
Silenciosos mis ojos te miraban,
en una noche en que ya no creía en nada,
la vida había perdido su sentido,
mi ser estaba tan solo y vacío;
llegaste en mí hastío,
llegaste para darle vida a mí alma,
que ya se iba sombría y pálida,
anunciando la muerte
de una existencia efímera y vana.
***
VIVIR
Sentada aquí dibujo en mi mente
la vida que quisiera vivir,
en nada se parece a la muerte
esa angustia de existir sin sentir.
La vida que todos soñamos
no podemos elegir
ella llega como un regalo
nos guste o no lo queramos, es así.
***
DESPEDIDA
Te fuiste como aquel sueño por el que tanto luché
te tornaste en pesadilla, recuerdo cruel
me llenaste de besos e ilusiones
y con palabras y razones pretendiste calmar mis ambiciones
Y así como llegaste de la nada
a la nada te devuelvo
no esperaré tu regreso
vete tranquilo, el tiempo definirá nuestros caminos
No puedo llamarte amigo
no puedo decirte amor
llenaste mi vacío de confusión
al parecer otros te necesitan más que yo
Mi vida es simple
no puedo retenerte dulce corazón
seguiré caminando solitaria
buscándome sobre tierras extrañas
hasta saber quien soy
entonces no será necesaria más tu voz.
***
Claudia Patricia Acosta - Periodista, poeta, nacida en Medellín en 1977. Ha realizado estudios en Diseño Gráfico Publicitario en el Instituto de Bellas Artes y Comunicación en Lenguajes Audiovisuales en la Universidad de Medellín. Actualmente reside en Envigado donde escribe crónicas y reportajes para el periódico Órbita.
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